LA OSCURA RUTA DE LA LANA DEL IMPERIO BRITANICO EN LA ARGENTINA

 

"The deed is done, the nail is driven, Spanish America is free; and if we do not mismanage our  (her?) affairs sadly, she is English."

Carta de George Canning, Secretario de Asuntos Extranjeros del Reino Unido, a William Wyndham Grenville, con fecha 17 de diciembre de 1824.
Luego de la batalla de Ayacucho, el 9 de diciembre de ese mismo ano, donde fue derrotado definitivamente el dominio espanol en sudamerica.

''El hecho está hecho, el clavo está clavado, la América española es libre; y si no manejamos mal nuestros (sus?) asuntos (,?) tristemente, ella es inglesa''. La frase, un tanto confusa en su redacción, está remanida. No obstante, aunque a juicio del redactor de este blog frecuentemente mal traducida, no deja de expresar las intenciones del Reino Unido de la Gran Bretaña para con las naciones recién independizadas del imperio español. Quizá sea conveniente brindarle un marco de referencia.

 

La situación política interna del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda a comienzos del siglo XIX.

El Reino estaba regido por el rey Jorge III, con un proceso de demencia progresiva. En 1810 fue recluido en el Castillo de Windsor. A partir de 1811 la regencia estuvo a cargo de su hijo, Jorge IV, hasta la muerte de su padre, en 1820.

A la perdida de las Colonias por la Declaración de la Independencia de los USA hubo de sumarse la aparición de Napoleón en la escena europea. Entre 1803 y 1815 la guerra contra el emperador francés absorberá recursos, pero finalmente dejará a Inglaterra como dueña indiscutida de los mares y con nuevas colonias, como el Canadá y la creciente presencia en Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda.

Dos corrientes políticas, con resabios de guerra religiosa, se disputan el poder en el parlamento. 

Una, abiertamente anglicana y monárquica, es proclive a mantener la restricción de los derechos civiles de los católicos británicos. 

Otra, que adscribía a la reforma calvinista, brega por la limitación del absolutismo real. El principal referente de esta corriente a fines del siglo XVIII, William Pitt el joven, fue el artífice de la recuperación económica del reino, desde 1783 a 1806.

William Grenville, primer ministro entre 1806 y 1807, adhería a esta ultima tesitura. Luego de su renuncia se opuso fervientemente al suministro de armamentos y mercenarios a los independentistas de la América Española.

George Canning, a pesar de su afinidad inicial con Pitt, fue partidario del apoyo a la independencia hispanoamericana. Entre 1806 y 1809 fue elegido Secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido. Brindo especial apoyo al traslado de la corte portuguesa al Brasil. Renuncio por diferencias con el primer ministro. 

Reasumió el manejo de las relaciones exteriores de Gran Bretaña en 1822, ademas de convertirse en presidente de la Cámara de los Comunes en 1822 y posteriormente Primer Ministro en 1827.

El "Tratado de Amistad, Comercio y Navegación" entre las Provincias Unidas del Río de la Plata y Gran Bretaña, firmado en Buenos Aires en 1825, fue en la practica el primer reconocimiento británico de la independencia de un país latinoamericano. Y la rubrica de la dependencia argentina hacia los dictados del imperio. Un dato curioso de esa dependencia: lo que fuera el cuartel de los Arribeños en la ciudad de Buenos Aires, héroes de la Reconquista en 1806, fue entregado por Bernardino Rivadavia para ser dedicado a la construcción de la Catedral Anglicana.

 

Decidido interés británico por el reconocimiento del territorio de la litoral marítimo argentino y chileno, y del territorio australiano y neocelandés.

Los planes de Canning no eran meras palabras. En 1825 el Almirantazgo británico ordenó el reconocimiento de las costas australes de América del Sur. Al ano siguiente, dos navíos se hacen a la mar rumbo al Atlántico Sur. De allí habrían de pasar al Pacifico, y llegar hasta la isla de Chiloé.

Las operaciones duraron casi una década. Robert Fitz Roy, capitán del menor de los navíos, llegaría a ser gobernador de Nueva Zelanda. Obsérvese en el antiguo escudo de esta colonia inglesa el vellocino de oro que aparece en el cuartel del extremo izquierdo.


Lo mismo sucede con el de las Islas Malvinas.

 


Desde 1833, las Malvinas fueron una base de expansion imperial. No tan solo como enclave militar, sino también como un feudo latifundista, en manos de la Falkland Islands Co, fundada en 1851. Los primeros colonos fueron escoceses.

Malvinas, no obstante, mantendría una creciente comunicación con el sur de la Patagonia Argentina y la región magallánica chilena. Ambas regiones tuvieron un desarrollo autónomo de los respectivos gobiernos sudamericanos.

Punta Arenas se constituyó en capital de facto de las actividades de los blancos, sólo contrarrestada por la débil y abnegada presencia del asentamiento prohijado por el marino Piedrabuena, en lo que sería luego Rìo Gallegos.

La presencia de los aborígenes en los establecimientos ovejeros de Malvinas data de la dècada de 1850. Los misioneros protestantes de la Sociedad Misionera de América del Sur (mas conocida como Misión Patagónica), fundada en 1844 en Inglaterra, llevaron unos 50, para ser ''civilizados y cristianizados''.

En la década de 1870, unos doscientos indios ranqueles rebeldes de las huestes de Baigorrita, fueron entregados por el gobierno argentino a los estancieros ovejeros malvinenses, en condiciones de esclavitud. Cualquier parecido con Australia es mera coincidencia.

 

Colonización británica de la Patagonia, antes y después de la Campaña del Desierto. Introducción de la ganadería ovina en el territorio.

Entre los súbditos británicos que se establecieron en la Argentina, había escoceses, galeses, irlandeses, y también por supuesto ingleses.

Tanto galeses como irlandeses vivían en condiciones miserables sojuzgados por el gobierno del Reino Unido. Los escoceses no la pasaban mucho mejor.

De los escoceses que llegaron en las invasiones de 1806 y 1807, no todos retornaron al archipiélago británico. Algunos se establecieron en el país.

Pronto aparecen explotaciones de ganadería ovina en la provincia de Buenos Aires, alrededor de 1840. Buena parte de los ganaderos son de origen irlandés. San Andrés de Giles, Carmen de Areco, San Antonio, Arrecifes fueron los primeros asentamientos.

En 1863, el ministro del interior de la República Argentina y el representante de la Comisión de Emigración de Gales, firman un tratado de colonización en el Rio Chubut. Fueron los primeros en introducir el ganado ovino en la Patagonia argentina, aunque se dedicaron primordialmente a la agricultura. Solamente intensificaron la explotación ovina una vez que el ejército "limpiara" la zona de tehuelches y mapuches.

Hacia 1880, coincidentemente con la "Campaña del Desierto", la sobrepoblación ovina hizo que los kelpers miraran con cariño las tierras situadas al oeste, en la Patagonia Argentina. A fines de esa década, ya empezaron a trasladarse al continente, con la anuencia de las autoridades argentinas. 

Para facilitar aún más las cosas, el primer gobernador de Santa Cruz (1884-1887),  Carlos María Moyano, contrajo matrimonio en 1886 con una sobrina del gobernador británico de las Malvinas, Ethel Turner Felton. Estos lazos familiares facilitaron el acceso a tierras santacruceñas de pioneros malvinenses, varios de ascendencia escocesa, como Felton, Mac George o Mackenzie.

Las cosas lucieron tan prometedoras, que hasta hubo un intento, en esa década, de compra de la Península de Valdés por la Falkland Islands Co.

La ocupación de la Patagonia argentina vino de la  mano de la explotación ganadera ovina, sobre todo en lo dedicado a la producción lanera. Y esa lana tenia un destino prefijado: las hilanderías en Inglaterra.

Sin pertenecer jurídicamente al imperio británico, la Argentina de esos tiempos adhería de facto al mandato de su graciosa majestad. 

Un artículo publicado en el "Herald", de Buenos Aires, el 14 de diciembre de 1895, es la mejor pintura que podemos ofrecer de esa inclusión en la ruta de la lana que circundaba el mundo, contaminando todo lo que tocaba.


Artículo de «The Herald.» Buenos Aires, Diciembre 14 de 1895.  Folleto sobre Santa Cruz.—La ley del hogar.

No hemos podido ocuparnos antes de una serie de pequeñas pero muy instructivas publicaciones debidas al hábil y enérgico Jefe del Departamento de Inmigración, Sr. D. Juan A. Alsina, respecto del clima y de los recursos de cada provincia, con informaciones muy útiles para los inmigrantes.
Publicados al principio en Español, estos folletos ahora son traducidos al Inglés, Francés, Alemán é Italiano, y distribuidos gratis á los inmigrantes.
Por cierto la plata del Gobierno no podía tener mejor aplicación pues además de hacer conocer al mundo entero las ventajas indiscutibles que ofrece este país á los agricultores robustos y emprendedores, dichos folletos dirigen al recién llegado, y lo ponen de alerta contra estos tiburones de tierra, antes tan fatales á los inmigrantes. Más tarde al llegar á su destino, uno sabe como sembrar, cuidar y recoger las cosechas, operaciones al parecer muy simples, pero que cuestan á menudo á hombres inteligentes muchos años de privaciones y de duro aprendizaje.
La experiencia enseña, pero es un profesor lento, costoso y muy severo. Gracias á la previsión y energía del Sr. Alsina, el inmigrante, cualquiera que sea su nacionalidad ó profesión, no tiene que sufrir más estos contratiempos y soportar estas pérdidas. Después de haberse ocupado separadamente de las catorce provincias, este digno empleado nacional ha publicado folletos sobre el caballo, el ganado ovino, bovino, la cabra, el cerdo el asno y la muía.
El comercio de asnos es uno de los más importantes del país, en razón de la superioridad de la muía sobre el caballo en todas las provincias del interior.
La última de dichas publicaciones pero no la menos útil, trata de Santa Cruz, hermoso territorio al Sur del Chubut, donde los ganados ovino y bovino prosperan de tal manera que criadores escoceses de las islas Malvinas, dicen que allá el aumento anual es de 101 á 119 %.
¿Y qué piensan de eso nuestros paisanos de esta Capital y de los alrededores? Nuestros amigos de Carmen de Areco, San Antonio, Arrecifes, etc., deben velar bien sobre sus laureles, pues los escoceses de Fort Stanley han ofrecido desembarcar en Patagonia en el término de tres años, tres millones de ovejas en condiciones que el General Mayer (nota del redactor: era nieto de escoceses por rama paterna), el actual Gobernador, considera muy favorables para la Nación.
El Sr. Alsina dice que la tierra y el clima son muy buenos para la agricultura y que todo el territorio desde el Golfo de San Jorge hasta Rio Gallegos, está cubierto con excelente pasto.
He aquí la perspectiva amena que induce los prudentes Escoceses á abandonar las Islas donde encontraron riqueza y prosperidad, para empezar de nuevo aquí. Tres millones de ovejas introducidas en Patagonia ¡Las islas Malvinas desiertas en tres años!
«Habla en seguida de la ley del hogar, y reproduce las condiciones requeridas para obtener una concesión».
Gracias á estas fáciles condiciones uno puede llegar á ser propietario de un espléndido terreno. La única objeción consiste en ir tan lejos en el desierto» pero esta objeción desaparecerá cuando todos se reúnan y entonces los ferrocarriles se construirán y los doctores vendrán pronto.
El Gobierno piensa establecer una colonia sobre estas bases en el Territorio del Chubut, en un lugar situado al Sud de Quishaura, muy cerca de las minas de oro del lago Fontana. Nuestros paisanos no deben dejar escapar la oportunidad.
El ferrocarril de Dyson al valle de Teca, pasará á pocas leguas facilitando así el acceso á la colonia. Hasta cuando jóvenes instruidos y aún enérgicos gastarán su tiempo y su salud (los bienes más grandes que el cielo haya dado á los mortales) para encontrar alguna ocupación como el inmortal Wilkins Micawber.
Hasta cuando la juventud preferirá solicitar que trabajar? Jóvenes de buenas familias fastidian durante años altos empleados nacionales para conseguir un empleo modesto que no aceptaría un gringo que se respecta.
Y esto sucede mientras la tierra más fértil del mundo permanece desierta como lo demuestra claramente el Sr. Alsina.
Mirad las espléndidas fortunas levantadas en Australia y Estados Unidos gracias á la ley del Hogar. La tierra no tenía ningún valor y no costó nada, pero dió abundantes cosechas á los pobladores del desierto valorizándose de tal modo, que bastó una sola generación para transformar atorrantes en propietarios de valiosas estancias y jefes de familias pudientes.
Lo mismo puede hacerse con el Chubut ó Santa Cruz, como lo asegura el Sr. Alsina; pero nos faltan el genio y la energía que caracterizan una nación verdaderamente grande y próspera.

Francis R. Mulhall. Artículo de «The Herald.» (Traducción) Buenos Aires, Diciembre 14 de 1895. Folleto sobre Santa Cruz.—La ley del hogar.  En: Juan A. Alsina. De mi archivo. Tomo I. Buenos Aires, 1911, pàg. 164-167.


El producir de acuerdo a la conveniencia de otros, no tardaría en mostrar una realidad sombría: la desertificación de las estepas patagónicas.

"El caso de Argentina es singular, y aunque este país cuenta con una corta historia agroproductiva ambiental, los impactos ya se reflejan a lo largo del dilatado territorio. Al principio, fueron los ovinos, ingresados a la Patagonia por los colonos galeses e ingleses en el siglo XIX, que importaron una práctica y una tecnología inapropiada para esa ecorregión, y en menos de un siglo la convirtieron en desierto."

Walter Alberto Pengue. El vaciamiento de las pampas. La exportación de nutrientes y el final del granero del mundo. Fundación Heinrich Böll Stiftung (Buenos Aires, Santiago) 2017, pág. 82. 

 

Concluyendo:
Ayer, la ''Conquista del Desierto'' conquisto lo que no estaba desierto. El desierto fue su consecuencia.
Hoy, la ''Expansión de la Frontera Agropecuaria'' nos lleva a perder el suelo fertil.
Mañana, la ''Explosión de la Megaminería Cordillerana'' en las nacientes de los ríos, nos privara del agua necesaria para la vida.
El Desierto Argentino esta a la vuelta de la esquina si mantenemos este rumbo, iniciado casi al mismo tiempo que las luchas independentistas.


Bibliografìa recomendada:


H. W. V. Temperley. The Later American Policy of George Canning. En: ''The American Historical Review'', Jul., 1906, Vol. 11, No. 4, pp. 779-797. Oxford University Press.
https://www.jstor.org/stable/1832228. El original se encontraría en el British Museum, Ad. MSS. 3I, 237, f. 258.

Fernando R. Coronato.  El rol de la ganadería ovina en la construcción del territorio de la Patagonia. Centro Nacional Patagónico – CENPAT, Puerto Madryn, Argentina, 2010.
http://www.repositorio.cenpat-conicet.gob.ar/bitstream/handle/123456789/970/CoronatoFernando-2010.pdf 

Truchuelo, S. y Reitano, E. (Eds.). (2017). Las fronteras en el mundo atlántico (siglos XVI-XIX) . La Plata : Universidad Nacional de La Pla-ta. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. (HisMundI ; 1).
Recuperado de http://libros.fahce.unlp.edu.ar/index.php/libros/catalog/book/85

 


 

 


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