MALVINAS: "EL PETRÓLEO Y MUCHO MÁS, ESTÚPIDO".

 


"Es la economía, estúpido"
(James Carville, 1992).


En el siglo XIX, el ataque estadounidense al suelo argentino de Malvinas, tenía como transfondo la industria del aceite de ballena. Las calles de Londres y Nueva York se iluminaban a la luz de farolas alimentadas con ese producto oleoso.

Las cosas cambiaron a comienzos del siglo XX, y ya no era el aceite de ballena lo que movía el mundo, sino el petróleo.

Tanta sangre se derramó por el "oro negro" en el siglo pasado y lo que va del presente, que su recuento es casi imposible.

Nuestra América no podía estar exenta de la ambición desorbitada de los magnates petroleros. Conflictos armados, golpes militares y golpes blandos estuvieron y están a la orden del día, tanto en nuestro continente como en el resto del mundo, por este motivo.

 

Conflictos del Petróleo en el Cono Sur

Ya durante la guerra Boliviana Paraguaya en la década de 1930 hay fuertes indicios que fuera fruto de intereses británicos por los presuntos yacimientos en la región chaqueña.

En la década siguiente, fruto de la descolonización posterior a la segunda guerra mundial, Gran Bretaña pierde buena parte de sus reservas de crudo en Irán, con la llegada al poder de un gobierno de corte nacionalista. Sus miradas se volvieron inmediatamente hacia sus simpatizantes en América del Sur.

La llegada de Perón a la presidencia de la Nación fue vista con desagrado por los líderes del imperio británico, desagrado que aumentó con la nacionalización de los recursos naturales en la constitución de 1949.

En mayo de 1955, los gobiernos de dos presidentes que a su vez eran militares, Perón y Eisenhower, acordaron la exploración conjunta del petróleo patagónico, a través de una compañía californiana y de YPF, para lograr el autoabastecimiento energético argentino.

Por una práctica multisecular, lo que Gran Bretaña no puede obtener por la guerra o por vía diplomática, lo hace a través de sus agentes. Estos agentes pueden ser empleados británicos o simpatizantes locales.

No puede pasar desapercibido para el ojo avizor que durante la marcha del 20 de septiembre de 1955, caído el gobierno peronista, los manifestantes corearan, entre otras consignas,  

  • "YPF sí, California no"
  • "Argentinos sí, nazis no"

Cabe destacar que USA y Gran Bretaña prestaron intenso apoyo a sus agentes en la Argentina. Por el lado de USA estuvo involucrado el mismísimo secretario de Estado, John Foster Dulles, hermano del primer director de la CIA, Allen Dulles. Allen Dulles estuvo a cargo de la operación Paperclip, para capturar y llevar a los USA a todos los científicos nazis en el área armamentística.

Tampoco se hizo referencia en esa marcha que los golpistas habían bombardeado desde el crucero 9 de Julio los tanques de reserva de petróleo de YPF en Bahía Blanca y que se aprestaban a bombardear la Refinería de La Plata de la petrolera nacional.


(Foto de tapa diario Clarín, 23 de septiembre 1955)

Ya para la década de 1970, y quizá antes, había plena conciencia en Gran Bretaña de la presencia hidrocarburífera en el Mar Argentino.
En enero de 1980, el Consejo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, presenta el "Plan para los Océanos Libres". En él destaca.
"Gran Bretaña debe ser alentada a mantener aquellas islas bajo su soberanía ante cualquier circunstancia, incluso en los casos que la Argentina reclama para sí, como las Falklands, las Sandwich y las Georgias del Sur...”
 Con respecto del petróleo, YPF había comprobado la existencia de cuencas petrolíferas submarinas. Entre las Islas Malvinas y el Arco de Dúngenes se extiende la llamada “Cuenca de las Malvinas”. El U.S. Geological Survey y la CIA, consideraban a esta cuenca como una de las más ricas del planeta. Esta cuenca no fue explotada hasta la Guerra de Malvinas, por las conversaciones que se llevaban adelante entre ambas partes. La guerra fue el pretexto para que Gran Bretaña quedara en condiciones de iniciar las actividades de exploración.


El nivel de vida de los malvinenses es el segundo a nivel mundial, después de Luxemburgo. Y eso a partir de las regalías petrolíferas y pesqueras. Ningún malvinense en su sano juicio querrá vivir como argentino. "Es la economía, estúpido".

Colaboracionistas locales

En 2012, un grupo de 17 "intelectuales" argentinos puso en duda la legitimidad de las acciones y hasta los reclamos de la República Argentina sobre las Malvinas.

A partir de 2016, el gobierno nacional otorgó concesiones de exploración petrolífera a empresas británicas y aun de origen malvinense, como la otrora Falkland Oil and Gas.

En Uruguay, un grupo de damas de ultraderecha, del Partido Cabildo Abierto (procastrense) festejan el Día de las Falklands el 14 de agosto.

La última movida política del presidente Piñera, reclamando una porción de la plataforma argentina, se une a las actividades de los cipayos del imperio anglosajón.


La plataforma epicontinental y la Antártida Argentina, un futuro lleno de conflictos.

El sector antártico argentino también está disputado por Chile y Gran Bretaña. En algún momento, los intereses extractivistas harán que el Tratado Antártico sea nada más que papel desechable.

Lo que está en juego no sólo es el petróleo, ni la pesca, sino la libre navegación de los mares y la seguridad nacional y continental. La OTAN en Malvinas es un peligro para todos.

Quizá haya tenido razón aquel presidente argentino, tan odiado por Winston Churchill. 

"Al final, el enemigo siempre fue Inglaterra".






Comentarios

Entradas populares de este blog

LA GUERRA DEL LITIO, CADA VEZ MÁS CERCA DE LA ARGENTINA

LA OSCURA RUTA DE LA LANA DEL IMPERIO BRITÁNICO (1)

Diario La Nación, una herencia conflictiva y la ingerencia de la Embajada de los Estados Unidos